El Obispo de Cartagena bendice la iglesia dedicada al Sagrado Corazón de Jesús de Bullas

El Obispo de la Diócesis de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, presidió el sábado 3 de septiembre el acto de bendición de la iglesia dedicada al Sagrado Corazón de Jesús de Bullas, conocida popularmente como la “iglesia del Barrio Nuevo”. En esta Eucaristía acompañada por el coro parroquial, concelebraron junto  al Sr. Obispo el Vicario de la Zona Caravaca-Mula, D. Jesús Aguilar, el párroco del templo, D. José Antonio Ibáñez y varios sacerdotes de la diócesis. El día anterior, se celebró un acto para trasladar al Santísimo hasta esta nueva iglesia.

En su homilía, el Sr. Obispo destacó su presencia en tres acontecimientos de Bullas. En primer lugar, en el Aniversario de la Coronación de la Virgen del Rosario. Mons. Lorca Planes recordó la garantía que supone la devoción a la Santísima Virgen para encontrarnos con su Hijo Jesús. Además, nuestro Pastor bendijo la Casa de Cáritas de esta zona. En este sentido, el Sr. Obispo explicó que nuestra fe se materializa en la caridad. Habló del amor al prójimo y de cómo podemos los cristianos ayudar a paliar el dolor, no sólo desde la perspectiva económica, sino desde el corazón. En esta tercera ocasión, Mons. Lorca vino a bendecir un templo, destacando su llamada a la alabanza y la unión con Cristo. El Prelado hizo alusión a la Jornada Mundial de la Juventud, alentando a los fieles a vivir “firmes en la fe”. De este modo, el Sr. Obispo señaló que éstas podrían ser las tres bases sobre las que se asienta un cristiano: el amor a María, la virtud de la caridad y la fe en la iglesia.

En esta celebración, se le hizo entrega al Sr. Obispo de un donativo para ayudar a la reconstrucción de los templos de Lorca, gravemente afectados por los terremotos desatados el 11 de mayo. Mons. Lorca Planes expresó su agradecimiento ante el generoso gesto de esta parroquia.

La hoy llamada iglesia del Sagrado Corazón de Jesús,  fue construida a mediados de los años 60, en el contexto del desarrollo de dicho barrio que había comenzado en la anterior década para conformarse como la nueva expansión urbana en la Bullas de la época, de ahí su nombre. 

El entonces párroco D. José Escribano García procedió a la venta de los terrenos que un día fueron el antiguo cementerio del Paraíso para así poder adquirir a D. Santos Escámez el solar donde se levantaría el nuevo templo. El arquitecto responsable del proyecto fue Luis Pidal Fernández-Hontoria, IV Marqués de Pidal, esto es, el del Carrascalejo.

La idea inicial aspiraba a construir no solo una iglesia sino también un local social que funcionara además como cine y teatro. Ambos ocuparían la totalidad del espacio que hoy es el Jardín del Barrio Nuevo, es decir, todo el terreno que la Parroquia había adquirido. Aunque se pusieron los cimientos para los dos edificios (que siguen hoy bajo el suelo del parque), finalmente sólo se levantó una nave, la destinada a albergar el centro social, ya que la falta de recursos impidió construir el templo y es por ello por lo que el único inmueble existente sirvió durante muchos años tanto para lugar religioso como para la realización de actividades culturales y sociales. 

La iglesia del Barrio Nuevo adquirió su denominación oficial en el año 2004, siendo párroco D. José Prior Campillo. El templo fue así puesto bajo la advocación del Sagrado Corazón de Jesús, que curiosamente había sido declarado Patrón de Bullas en 1893, circunstancia prácticamente desconocida entre los habitantes de la localidad al ser la Patrona principal Nuestra Señora del Rosario. En aquel mismo 2004 se constituyó la Hermandad del Sagrado Corazón de Jesús, encabezada por un voluntarioso grupo de mujeres del Barrio cuyo trabajo ha sido fundamental a la hora de la realización de las obras que han reformado totalmente el templo, interior y exteriormente, culminadas en 2011. 

Un templo es un lugar sagrado, por lo que tanto su decoración como la disposición de las imágenes que albergue han de fomentar el encuentro con Dios, han de servir para catequizar al pueblo cristiano. Con esta intención se han colocado las vidrieras de la Iglesia, para que aquellos Santos que contribuyeron a la devoción del Corazón de Jesús, a todos los que acudamos a este lugar nos introduzcan en los misterios de Amor en él contenidos. Así, a través de sus vidrieras se pueden contemplar escenas en las que están representados los Sagrados Corazones de Jesús y María, y figuras como las del Beato Bernardo de Hoyos, San Claudio de la Colombière, Santa Margarita María de Alacoque, Santa Maravillas de Jesús, San Juan María Vianney , o el beato Juan Pablo II

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